jueves, 1 de octubre de 2015

La nueva mansión de Shakira y Piqué


La antigua finca llamada de Santa Catalina, a ambos lados de la avenida Pearson de Barcelona, descansa sobre la mina de Santa Teresa, cuyas aguas subterráneas van a desembocar al vecino municipio de Esplugues, y sobre la antiquísima mina del Lleó –hoy da nombre a la recóndita calle Font del Lleó, fuente homónima que regaba un convento dominico– que a finales del siglo XIX conseguía acumular en un gran aljibe bajo tierra hasta 56 plumas de agua.

Todo esto que les contamos y que puede sonar a los 'Episodios Nacionales' de Pérez Galdós es una realidad que en derecho civil se denomina carga. Y es como suena: los herederos de los hermanos Buxó i Font y de la señora Carreras Xuriach, dueños en el pasado de los derechos sobre la mina, podrían reclamar cuando les venga en gana excavar para aprovechar esas aguas, según recoge la inscripción 43 de la finca nº 41, archivo 66 del distrito de Sarrià, a la que ha tenido acceso 'Vanitatis'.



Casi 150 años después de la constitución de aquella servidumbre, resulta harto improbable que decenas de ramificados herederos se pongan de acuerdo para venir a taladrar bajola nueva propiedad de Shakira y Piqué, que adquirieron el pasado mes de mayo. Pero la posibilidad de que turben su millonaria paz existe. Evidentemente, si nosotros lo sabemos, el futbolista y la cantante también lo sabían cuando firmaron el contrato de compraventa del número 80 de la avenida Pearson. En plata, el futbolista del Barça y la cantante colombiana compraron una exclusiva mansión pero, eso sí, con tara.


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